Bala en boca - Enrique Bunster
Descripción
“…Chile aparece aqui como ha sido su rápida y eficaz historia. Es un país hecho por militares y hombres de armas, que vivió sus años fundamentales en una especie de vivac, o de claustro monástico. Nación pobre y lejana, obligada a la sobriedad de un cuartel o de un convento, no tuvo afortunadamente tiempo para placeres y devaneos. Conquistó su independencia a punta de esfuerzos, de coraje y de disciplina, atravesó por las horas disolventes del desorden y del caos pero no se detuvo en ellos y siguió su camino apretando la mano sobre el fusil, el arado o el arma de trabajo. Vemos surgir aqui las rapidas siluetas de Carrera, de Blanco . Encalada, de O’Higgins, de Lord Cohrane, de Dardignac, de Baquedano y de Pedro Lagos, junto a los medallones de las cantineras de la Guerra del Pacifico o a la evocación de esos personajes novelescos que resultan ser un Arturo Benavides, un Hipólito Gutiérrez, un García del Postigo y un Santiago Barrientos. Carrera y Blanco Encalada luchan contra Napoleón y a favor de España, convirtiéndose muy poco después en guerreros que combatirán a esos misrnos españoles y profesarán ideas que había sembrado la Revolución Francesa y consolidado la política napoleonica. O‘Higgins crea a fuerza de puños y de energia una nación libre y la convierte en centro de la independencia de América del Sur, con mas éxito que un Bolivar genial, pero desmesurado y al que faltó la reciedumbre de un país acaso sin cortesana elegancia, pero con prodigioso sentido de sus deberes y capaz de convertirse en masa de heroes si sabe guiársele y proponérsele una gran empresa…” Fernando Durán, comentario a la edición de 1973, El Mercurio de Valparaíso, 7 de octubre de 1973.
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